¿Ansiedad normal o patológica?
La ansiedad es un sentimiento general y desagradable de aprensión. Puedes sentirte inquieto y puedes tener reacciones físicas como temblor, sudoración, palpitaciones, opresión en el pecho y malestar gástrico.
Todas las personas han experimentado ansiedad en algún momento, es una experiencia humana normal. De hecho, puede ser una respuesta potencialmente beneficiosa en situaciones peligrosas. Los síntomas físicos de la ansiedad están relacionados con el miedo y la respuesta de lucha o huida. El miedo es una reacción natural a un peligro claro y presente. La ansiedad es tu cuerpo anticipando posibles peligros o molestias, ya sean físicas o emocionales.
La ansiedad puede ser normal y beneficiosa. Hay un número infinito de experiencias humanas que la causan. La ansiedad por una próxima prueba puede hacer que trabajes más duro para prepararte para un examen, o bien, puede hacer que estés más alerta y cauteloso de tu entorno cuando caminas por un callejón oscuro camino a casa.
Otras veces la ansiedad puede convertirse en un problema. La principal diferencia entre la ansiedad normal y la patológica es la fuente y la intensidad de la experiencia. La ansiedad normal es intermitente y se espera en función de ciertos eventos o situaciones. La ansiedad patológica, por otro lado, tiende a ser crónica, irracional e interfiere con muchas funciones de la vida. Aparece la evitación, la preocupación incesante y los problemas de concentración y memoria. Estos síntomas pueden ser tan intensos que causan dificultades familiares, laborales y sociales.
Los componentes de la ansiedad patológica incluyen las respuestas físicas (como palpitaciones y malestar gástrico), pensamientos distorsionados que se convierten en una fuente de preocupación excesiva y cambios de comportamiento que afectan la forma habitual de vivir e interactuar con los demás.
Si crees que tu ansiedad es un problema, comunícate con nosotros. La ansiedad excesiva puede ser causada por una serie de condiciones médicas y psicológicas. Pero, la mejor razón para consultar con un profesional es que la ansiedad es tratable y sus complicaciones son evitables con el tratamiento.